martes, 15 de octubre de 2013

El hombre de papel,el símbolo de hierro.

Con “El hombre de papel” de Ángel Rodríguez Cabezas llega un merecido homenaje literario a uno de esos futbolistas olvidados que plantó cara nada más y nada menos que a Hitler negándose a que su Austria perdiese frente a la Alemania del III reich.
Su biógrafo comenta que solo cuando la pelota había entrado en la red reparabas en lo compleja que era la acción que acababa de realizar,”de la complicada estructura de toda la acción de Sindelar”


En 1938 se jugó un partido amistoso el que sería último partido de Austria como nación soberana y el adversario sería Alemania ya reforzada por jugadores austriacos.Y es ahí donde el fútbol se convierte en el primer vehículo de expresión de la resistencia.Sindelar se negó a jugar con el equipo mixto alemán.
Durante el primer tiempo en la cabeza de Matthias resonaban las recomendaciones de la Gestapo acerca de las consecuencias que podría traerles una nueva victoria sobre Alemania (por 0 a 6 y 5 a 0) y se llegó al entretiempo con empate a bostezos.

Pero durante el descanso, en ese templo que es un vestuario de fútbol, los integrantes del Wunderteam decidieron que la nueva patria (anexionar Austria a Alemania y todas sus obras de arte menos una...) seria nazi pero sobre el verde del Prater, Sindelar y la dignidad de un pueblo gobernarían para siempre.
Y así fue.Metieron dos goles que les dió la victoria y sentenció al genio,el emblema a cuyo entierro un año después asistieron mas de quince mil personas.

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